La macroeconomía es la parte de la economía que se encarga de estudiar el funcionamiento económico en general, así como las políticas económicas que se llevan a cabo en grandes escala, por ejemplo en un país. Es decir, engloba a la sociedad en su conjunto funcionando de una sola vez, no de forma independiente.
Algunas de las variables más usadas son el Producto Interior Bruto, la tasa
de desempleo, los niveles de impuestos o el nivel de interés, entre otros.
La microeconomía es la parte que se encarga del comportamiento
de cada agente económico de forma individual, como pueden ser las familias, las
empresas o los trabajadores.
En ella se analiza de forma exhaustiva
leyes como la oferta y la demanda, entre los consumidores y los oferentes, el
nivel de precios, o las elasticidades de cada producto. Es decir, el cómo se llega a un acuerdo entre las
necesidades de los consumidores y las empresas que ofrecen los bienes y
servicios, así como todas las variables "psicológicas" que
pueden afectar, cómo la calidad del producto o las distintas necesidades de
cada persona.